Trajes de hombre | Daniel Arnedo
Ritual contemporáneo, sastrería con intención
El traje de hombre ya no es uniforme. Es construcción, presencia, ritmo. Tom Ford lleva la estructura al límite de la escultura; Brunello Cucinelli opta por la naturalidad exacta; AMI Paris juega con la sobriedad y la silueta relajada.
Desde trajes completos hasta conjuntos desestructurados, cada propuesta está pensada para responder al tiempo actual: vestirse no como obligación, sino como elección estética. Coordinan con camisas en algodón egipcio, contrastan con sudaderas limpias, y se redibujan con zapatillas de piel pulida o zapatos Santoni.
El traje hoy no representa un rol. Encierra una narrativa.